La CIJB abre puertas en Italia

Esferisterio de Alba

El país transalpino considera que la asociación internacional aumenta la visibilidad dentro y fuera de sus fronteras

En Italia hay diferentes modalidades, y el pallapugno, con los profesionales, es la que reina. Pero no ejerce en este 2020 que se acaba. Y no lo hace, hoy, porque la competición ha estado parada. Tan solo se ha disputado un campeonato oficial, la primera división de la Superliga. De cara al 2021 se trabaja en una posible (y esperada) normalidad, pero Italia vive pendiente de la apertura de condiciones, porque, hoy por hoy, no poder salir de sus localidades limita el juego tanto, que ha acabado por anularlo. Ya son difíciles las condiciones, y además se cierran puertas de visibilidad que, sin embargo, abre la CIJB. “La CIJB da una imagen de un deporte que no es solo local, ni es solo tradicional, sino que es internacional como el baloncesto, el vóley o el fútbol”. Lo dice Romano Sirotto, secretario general de la Federación Italiana de Pallapugno (FIPAP).

Recuperar su historia

Pero el país se mueve. Se trabaja, por ejemplo en recuperar para dominio público el esferisterio de Alba, más antiguo que el propio Pelayo y que por diversas razones está fuera de uso desde hace algunos años. Las autoridades locales y del Piamonte no pueden dejar perder una de las señas de identidad del deporte italiano. El esferisterio Mermet es algo tan emblemático como pueda ser el Trinquet de Pelayo. Precisamente en esa instalación se inauguró el Mundial de 2004 celebrado en Italia y que ha sido el mayor éxito deportivo de su selección al proclamarse campeona absoluta del mundo. Fue capaz aquella selección capitaneada por Roberto Corino de vencer a españoles, holandeses y belgas en juego internacional y meterse en la final de Llargues contra los valencianos.

La juventud y el COVID

Ahora mismo, la preocupación está en la juventud. Hay un vacío que agranda y mucho la pandemia. “Para ellos, jugar después de tiempo sin haberlo hecho y sin interactuar… se ha interrumpido todo por el virus”, afirma Sirotto, que ve el peligro de que las nuevas generaciones que un día tocaron y se enamoraron de la pelota a mano, ahora, por olvido de uso, opten por un “cambio de deporte o por otros intereses”. Y no solo eso. Ojo al dato que llega de boca de Sirotto: “El problema más grave es la continuidad de los jóvenes. Normalmente hemos tenido unos 125 equipos de jóvenes, y en este momento nadie ha jugado”. Añade el dirigente italiano que en las escuelas, tanto de lo mismo: había un trabajo de promoción “para pasar a la cancha a jóvenes de 9 a 11 años, y esto también se ha paralizado”.

La necesidad de la CIJB

Como Federación, la FIPAP organizó la semana pasada un curso de entrenamiento, medicina, alimentación, preparación física, técnica… “todo online”, apunta Sirotto, y si se echa un ojo a las selecciones italianas, el panorama se resume en que en el mes de marzo, justo cuando se estableció el primer confinamiento, se tenía que llevar a cabo “la primera convocatoria del equipo de la selección femenina”. Un problema que se mantiene en los parámetros planetarios, sí, pero por ello Italia se agarra más que nunca a una CIJB que, según el dirigente italiano, “es un vehículo muy fuerte de cara a los patrocinadores, y también por los jóvenes y el público, que saben así que no es un juego de un sitio cerrado, sino internacional”.

Ahora, con el invierno el frío y la nieve, el juego de pelota en Italia está en pausa, “en estado di morta”, que dice Sirotto, pero “la esperanza es que se puedan hacer torneos y campeonatos regulares, que se pueda continuar con la actividad internacional con el One Wall, y espero que en febrero o marzo, si tenemos apertura sanitaria, poder preparar entrenamientos indoor con el One Wall”. Es “importante”, añade el secretario general de la FIPAP, “para tener a los jugadores activos”. “Se debe ser optimista, y si no buscaremos un plan B o C para encontrar buscar maneras de jugar de manera regular”, afirma Sirotto, quien apunta a la CIJB, de la cual afirma: “Debe estar cerca de las naciones, pero también de los jugadores y selecciones, que deben tener claro que habrá competiciones”.

Foto: Sferisterio Mermet de Alba, años cincuenta